La apertura se define como una abertura en el diafragma de un objetivo que permite el paso de la luz. La luz viaja a través del objetivo por sus ópticas y llega a una superficie sensible a la luz (película o sensor). Las aperturas se presentan como números f/ y se escriben como números, a menudo con puntos decimales. Los números f/ más bajos (por ejemplo, f/1.4) dan más exposición ya que representan una abertura más grande en el diafragma del objetivo, mientras que los números f/ más altos (por ejemplo, f/16) dan menos exposición porque la abertura en el objetivo es más pequeña. Esto puede parecer confuso y contradictorio al principio, pero si alguien dice "apertura más grande" se refiere a lo grande que es la abertura en el objetivo, no al tamaño del número.
Mientras que la apertura controla la cantidad de luz que pasa a través de una lente, también se puede usar para controlar la cantidad de profundidad de campo presente en tus imágenes. La profundidad de campo (DoF) es el área de "nitidez aceptable" en una imagen. En pocas palabras: cuán borrosa está el área detrás o delante del sujeto.
Número f/stop más bajo (f/1.4) - apertura más grande - más luz - menos profundidad de campo - fondo más borroso.
f/stop más alto (f/16) - apertura más pequeña - menos luz - más profundidad de campo - fondo más nítido.
La apertura es uno de los tres elementos del Triángulo de Exposición, junto con la Velocidad de Obturación y el ISO.
¿Cómo elegir tu apertura? Ahora que sabemos cómo controlar la profundidad de campo y qué es la apertura, ¿cómo sabemos qué apertura usar en diferentes escenarios? Para la fotografía de retrato clásico, el sujeto se separa del fondo utilizando el “enfoque selectivo”, lo cual se logra eligiendo una apertura más grande que dará una menor profundidad de campo. Al elegir una apertura para la fotografía de paisajes, queremos tanta información en la imagen como sea posible; para lograr esto, queremos la máxima profundidad de campo, lo cual se consigue seleccionando una apertura más pequeña.